Si hay un licor que se encuentra en el corazón de todo peruano, este sin duda es el pisco. Y es que la bebida bandera del Perú siempre está presente en cada celebración, reunión social o acompañando un plato sobre la mesa. La tradición de brindar con este destilado de uva ha hecho que se eleve la producción y exportación, y que la industria del pisco actualmente cuente con más de 800 productores quienes, en su mayoría, mantienen hasta hoy los métodos ancestrales para el proceso de elaboración.

 

La zona costera del país es el lugar ideal para la producción y cultivo de las viñas. Departamentos como Lima, Ica, Moquegua, Arequipa y Tacna son regiones óptimas debido a su clima seco y mínimos cambios de temperatura, lo cual permite que el sembrado y el proceso de destilación de los ocho tipos de uvas pisqueras -Quebranta, Negra Criolla, Mollar, Uvina, Italia, Torontel, Moscatel y Albilla- tengan una alta calidad.

 

Sin embargo, es en las bodegas específicamente donde se origina toda la producción de esta bebida. Cada una con un sello diferente, pero el mismo propósito: dejar en alto el nombre del Perú.

 

Bodegas con historia 

Destilería La Caravedo 
Este viñedo ubicado en Ica tiene su origen en 1684 y es considerado una de las destilerías más antiguas de América. Aquí, las tradicionales prácticas para la elaboración del pisco como el pisado de la uva se combinan con una moderna tecnología. El resultado final se degusta luego de tres meses: un destilado de calidad mundial que luego será embotellado.

 

La destilería La Caravedo tiene casi 350 años de antigüedad. Crédito: Karina Mendoza / PromPerú.

 

Taberna Queirolo 
Esta tradicional bodega -una de las más conocidas en el Perú- tuvo su origen en Pueblo Libre, Lima. Fue allí donde la familia Queirolo -procedente de Italia- se instaló y fundó una taberna encargada de la producción de vinos y piscos. Tras un rotundo éxito, el negocio se mudó a Ica donde actualmente administra uno de los viñedos más bellos del país y en el que se puede disfrutar de una atractiva cata de piscos.

 

Hacienda Quilloay
Impulsada por Pepe Moquillaza -productor pisquero y embajador de la Marca Perú-, esta bodega es una de las más tradicionales y antiguas del país. Ubicada en Ica, en Quilloay, el propósito es realizar un proceso de producción y destilado de la manera más artesanal posible sin la intervención de la tecnología. Gracias a este modelo de negocio, su principal producto -El Inquebrantable- es uno de los mejores piscos del mercado.

 

Bodega Viña Vieja
Con más de 200 años de fundación, esta bodega ubicada en Chincha ha sabido combinar la práctica tradicional con el uso de la tecnología moderna para obtener productos de calidad. Entre sus marcas destacan Finca Rotondo, Montesierpe y Pisco Vargas.

 

Bodega Biondi
Esta bodega tiene su origen en el año 1972, fecha en que el italiano Manuel Biondi funda la empresa en Moquegua -región sureña del Perú- e inicia el proceso de elaboración del destilado. Actualmente, el Biondi es considerado el mejor pisco peruano y es de los que más se exportan al mundo.

 

El pisco Biondi es uno de los más buscados por el público extranjero. Crédito: Rafael Cornejo / PromPerú.

 

Experiencia que trasciende 
Si te provoca realizar una cata de pisco, probar un refrescante Chilcano o un consistente Pisco sour, no dudes en hacer la Ruta del Pisco. Esta iniciativa busca incentivar el enoturismo e invitar al mundo entero a visitar las distintas bodegas que tiene por ofrecer el Perú. El recorrido comprende dos rutas: Lima - Tacna y Chincha - Nasca.

 

 

El dato
El pisco fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura en 1988, luego de una exhaustiva investigación sobre las raíces y el origen del destilado en la ciudad de Pisco (Ica).

 

Fuentes: Gestión/ El Comercio/ Andina/ layemadelgusto.com/ wamanadventures

 

 

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