En el corazón de la Amazonía peruana, en el departamento de Madre de Dios, se ubica uno de los más grandes tesoros naturales de este país: la Reserva Nacional Tambopata. Con una extensa área de gran riqueza biológica, tiene como finalidad proteger las múltiples especies de flora y fauna silvestre, así como proveer de recursos a las comunidades nativas que habitan en ella y salvaguardar la belleza paisajística de la selva subhúmeda tropical.

 

Visitar esta reserva siempre será una experiencia especial no solo por ser un lugar turístico, sino también por su inmenso valor en la generación de conciencia ambiental y por ser una oportunidad para que el visitante se conecte con el esplendor de la naturaleza y todas sus bondades.

 

En Tambopata podrás navegar sobre ríos y lagos, observar reptiles a la luz de la luna, descubrir las collpas frecuentadas por múltiples aves y subir a la cima de los árboles para observar todo el espectáculo que brinda esta maravilla ecológica.

 


¿Qué hay por visitar?

 

Tambopata se divide en seis zonas, de las cuales dos son de uso turístico y recreativo, ubicadas a lo largo de los ríos Malinowsky y Tambopata. Allí podrás contemplar encantadores atractivos como las collpas -en quechua 'tierra salada'- o bancos de arcilla ubicados en las orillas de los ríos, donde los guacamayos y diversas especies de loros se alimentan de sales minerales. Esta riqueza de nutrientes las convierte en un sitio clave dentro del ecosistema.

 

Otro punto turístico que cautiva a los visitantes es el Lago Sandoval. Ubicado a pocos minutos del río Tambopata, podrás observar allí, a través de un paseo en bote, la gran diversidad de flora y fauna de este lugar. Especies de todo tipo como lobos de río, caimanes, nutrias y tortugas, así como águilas arpía se dejan ver a lo largo del recorrido.

 

Por otro lado, la Reserva Nacional Tambopata también es hogar de comunidades nativas que habitan en ella desde tiempos ancestrales, como las etnias ese eja y pukineri. Si deseas conocer más sobre ellas y experimentar su estilo de vida, ellos estarán gustosos de recibirte y enseñarte su cosmovisión del mundo.

 

Visitar esta reserva siempre será una experiencia especial no solo por ser un lugar turístico.
Crédito: Richard Hirano / PromPerú.

¿Cómo llegar?

 

Para llegar a la reserva desde Lima o Cusco, debes tomar un avión hacia Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios. Hay vuelos diarios de 90 y 30 minutos, respectivamente, al menos tres veces al día. Desde allí, hay que desplazarse a la comunidad de Infierno, a 25 km de distancia. También se puede hacer un recorrido de 45 km en bote, que tarda aproximadamente dos horas.

 

En esta comunidad deberás pasar un control con un costo de 30 soles, que marca el ingreso a la reserva, para finalmente trasladarte en bote hacia las áreas visitables en un recorrido que dura aproximadamente una hora y media. La mejor época para visitar Tambopata es la estación seca, es decir entre mayo y noviembre, cuando el clima fluctúa entre los 10 y los 35 ° C.

 

Existe más de una docena de albergues turísticos dentro de los límites de la reserva  a donde más de 14 mil visitantes, entre extranjeros y nacionales, llegan cada año. Este paraíso de la naturaleza lucha por la conservación de los recursos naturales que la tierra nos brinda. ¡Ve cuando puedas y sella tu compromiso con el planeta.

 

 

Fuentes: Sernanp / ¿Y tú qué planes? / Tambopatatourism.com / El Comercio / Blog Red Bus

 

 

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