Perú destaca por ser un país poseedor de una rica diversidad cultural y una asombrosa historia milenaria. Este país sudamericano ha obtenido reconocimiento internacional al inscribir diversas de sus expresiones culturales en la prestigiosa lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, un logro que resalta la extraordinaria riqueza de sus tradiciones.

 

Cada expresión cultural inmortalizada por la Unesco se convierte en un vínculo tangible entre el pasado y el presente, un puente que conecta las generaciones actuales con las raíces profundas de su legado.

 

A continuación, explicaremos algunas de estas expresiones culturales peruanas que han sido reconocidas y protegidas por su valor excepcional.

 

1. El patrimonio oral y las manifestaciones culturales del pueblo zápara

 

El pueblo zápara, ubicado en la Amazonía peruana, es el hogar de los últimos descendientes de un grupo étnico que floreció mucho antes de que las huellas de la conquista española dejaran su marca en la región. A pesar de las adversidades que han enfrentado, la población zápara ha logrado que su valiosa herencia cultural se mantenga incólume, resistiéndose a desvanecerse en el olvido. Su identidad se mantiene vigente a través de mitos, rituales y conocimientos ancestrales sobre la rica flora y fauna que los rodea.

 

2. El arte textil de Taquile

 

Ubicada en Puno, en el lago Titicaca, la isla de Taquile destaca por su artesanía textil arraigada en antiguas tradiciones. Hasta la década de los cincuenta, esta población vivió de manera aislada y conserva una sólida idea de comunidad, destacando la importancia de la toma de decisiones en conjunto. La tradición textil, heredada de las civilizaciones inka, pukara y colla, se mantiene viva mediante tejidos a mano o en telares prehispánicos. Cabe recalcar que, aunque este arte incorpora símbolos contemporáneos, se conservan las técnicas tradicionales.

 

 

3. La huaconada, danza ritual de Mito

 

Esta es una danza típica del pueblo de Mito, en la provincia de Concepción, departamento de Junín, situada en la cordillera andina central del Perú. Este ritual tiene lugar durante los 3 primeros días de enero. Hombres enmascarados, llamados huacones, representan el antiguo consejo de ancianos, siendo la máxima autoridad en ese periodo. Sus máscaras evocan el pico del cóndor, símbolo de las montañas sagradas peruanas.

 

La huaconada incorpora elementos andinos peruanos, españoles y modernos. Solo hombres de conducta ejemplar pueden ser huacones, y la tradición se transmite de padres a hijos, heredando vestimenta y máscaras.

 

Huaconada en pasacalle. Crédito: Marco Garro / PromPerú

 

4. La danza de las tijeras

 

Tiene su origen en las comunidades quechuas del sur de la cordillera andina central del Perú. Se trata de una competición coreográfica con hojas de metal similares a tijeras, que se realiza durante la estación seca. Cada cuadrilla, compuesta por un bailarín, un arpista y un violinista, representa a una comunidad. El duelo entre cuadrillas, llamado atipanakuy, implica entrechocar las hojas durante hasta diez horas, evaluando la capacidad física, calidad de instrumentos y competencia musical para determinar al ganador.

 

La danza de las tijeras se ha integrado en festividades católicas y se transmite oralmente de maestros a alumnos, siendo motivo de orgullo para las comunidades de origen.

 

 

5. La peregrinación al santuario del Señor de Qoyllurit’i

 

Esta celebración religiosa combina elementos del catolicismo y de cultos prehispánicos, e inicia 58 días después de la Pascua de Resurrección. Un gran número de cusqueños y de otros pueblos participan, divididos en ocho "naciones".

 

Una de las procesiones comprende cruces que ascienden a la cumbre de la montaña, para luego descender, mientras que la otra es un recorrido que dura alrededor de 24 horas, en la que se llevan imágenes religiosas de un pueblo a otro.

 

La peregrinación es un encuentro cultural para comunidades de diferentes altitudes en la Cordillera de los Andes, dedicadas a diversas actividades económicas.

 

6. Conocimientos, técnicas y rituales vinculados a la renovación anual del puente Q’eswachaka

 

Este puente colgante, de 29 metros de largo y 1.20 de ancho, se encuentra en la ciudad de Cusco, a 3700 m s. n. m, sobre el río Apurímac y formó parte de los caminos del Imperio Inca, conocido como Qhapaq Ñan. Se renueva anualmente con técnicas tradicionales de la época incaica por comunidades quechuas. Además de ser una vía de comunicación, este puente es considerado un símbolo sagrado, ya que cada vez que es necesario darle mantenimiento, se realiza una ceremonia ritual que fortalece los lazos sociales entre las comunidades de la región.

 

La construcción implica cortar paja, trenzar cuerdas y atarlas a bases de piedra a cada lado del desfiladero. La celebración al final de la renovación es parte esencial de la vida comunitaria, incentivando la interacción y comunicación entre los lugareños a lo largo del año.

 

 

7. La fiesta de la Virgen de la Candelaria en Puno

 

Esta festividad se celebra cada febrero en Puno, región ubicada al sur del Perú y que alberga al Titicaca, el lago navegable más alto del mundo. Combina elementos religiosos, festivos y culturales con raíces en tradiciones católicas y la cosmovisión andina. Inicia con una misa al alba y ceremonia de purificación ancestral. Al día siguiente, la imagen de la Virgen recorre las calles en procesión acompañada de danzas y músicas tradicionales. Se realizan competiciones con unos 170 grupos de las etnias quechua y aimara de la región. La celebración concluye con una ceremonia en honor a la Virgen, un concierto y misas de despedida.

 

 

8. La danza del wititi del valle del Colca

 

Este es un baile popular tradicional de la región de Arequipa. Está asociado al inicio de la edad adulta, ejecutado en festividades religiosas durante la época de lluvias. Los grupos de bailarines representan a diversos pueblos y compiten entre ellos, presentándose ataviados con trajes finamente bordados y sombreros característicos. A través de esta danza se transmite y perpetúa el espíritu tradicional de la zona. Los niños y jóvenes aprenden la danza mediante la observación directa en escuelas y eventos familiares.

 

9. Sistema tradicional de jueces de agua de Corongo

 

Se trata de una organización en el norte de Perú, creada para gestionar el abastecimiento equitativo y sostenible de agua, preservando la memoria histórica desde el periodo preincaico. Los habitantes del pueblo de Corongo (departamento de Áncash), como depositarios principales, regulan sus actividades agrícolas a través de este sistema.

 

La máxima autoridad es el juez de agua, que gestiona el recurso natural según los conceptos de solidaridad, equidad y respeto a la naturaleza. Este sistema se transmite a nuevas generaciones en familias, instituciones y centros educativos, destacando la importancia de San Pedro, patrón de la ciudad, en la relación con el agua, prosperidad y bienestar.

 

Descubrir las expresiones culturales peruanas, reconocidas como patrimonios de la humanidad, significa embarcarse en un inolvidable viaje de enriquecimiento personal y cultural. Explorar estas maravillas no solo es turismo, sino una oportunidad para conectar con la autenticidad cultural y contribuir a preservar el invaluable legado del país. ¡Anímate a sumergirte en esta experiencia única y descubre la magia que solo el Perú puede brindar!

 

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